Cómo empalmar un cable de red con la menor pérdida posible

2022-10-14 19:45:46 By : Jane Xu

El cable de red Ethernet es la forma de conexión a Internet que mejor aprovecha todo el ancho de banda de nuestra conexión. En tiendas físicas y online podemos encontrar una gran variedad de cables ya fabricados de diferentes categorías y tamaños. No obstante, tenemos usuarios que prefieren hacer sus propios cables de red para adaptarlos a sus necesidades, y también en algunos casos, ahorrar dinero. Lo único que necesitan son el cable Ethernet, conectores RJ45, una crimpadora y seguir un esquema de colores para que funcione todo correctamente. Lo que sucede es que en algunas ocasiones, el cable de red que tenemos se nos queda corto y tenemos que buscar soluciones. En este tutorial vamos a hablar sobre cómo empalmar un cable de red con la menor pérdida posible de rendimiento.

Lo primero que vamos a ver es una serie de cuestiones sobre el cable de red y en qué pueden tener influencia a la hora de realizar la unión entre esos dos cables. Luego veremos si nos conviene empalmar un cable de red uniendo sus dos extremos. Por último, también veremos otra serie de soluciones que nos puedan facilitar el empalme de un cable de red con otro de una manera muy sencilla.

Este es un cable utilizado para las comunicaciones de datos en red. Este se llama de tal forma porque tiene dos conductores eléctricos, los cuales están aislados y trenzados. Esto es para evitar todas las interferencias posibles, que llegan desde fuentes eléctricas u ondas electromagnéticas.

Actualmente podemos encontrar varios diferentes, pero con la característica común de que siempre están compuestos por un número par de cables y entrelazados de forma helicoidal, de dos en dos. Estos cables se diferencian por colores, y esto sirve para establecer el código de colores, e identificar la señal eléctrica y como va configurada en modo diferencial. De tal forma que se consigue anular el ruido de ambas señales

Estos cables son ideales para redes locales, y como último recurso para medias y largas distancias, siempre y cuando se utilicen repetidores de señal. En cuanto a la velocidad, pueden soportar hasta 40Gbps, pero siempre y cuando las distancias sean pequeñas y se encuentren bien aislados.

Este tipo de cableado tiene muchas ventajas a la hora de utilizarlos en redes. Entre ellas, podemos destacar algunas como:

Por contra, también cuentan con sus desventajas, las cuales pueden limitar las prestaciones que estos ofrecen y que pueden ser decisivas a la hora de implementarlos en según qué casos.

Los cables de red no son todos iguales, aunque sus elementos parecen iguales como el conector RJ45 y el propio cable. Los que hacen sus propios cables de red Ethernet, saben que hay muchas diferencias que los distinguen. Una de las cosas que determinan a los cables de red, es su categoría, ya que en base a ella se establece la velocidad máxima que pueden alcanzar. Esta sería una tabla con las categorías de los cables Ethernet más utilizados actualmente.

Además, en función de su categoría vendrán con más o menos apantallamiento, que le puede proteger del ruido y las interferencias. Hoy en día, tanto si piensas hacer tu cable de red Ethernet o comprar uno, lo ideal es que mínimo tenga categoría 6. Por otra parte, si no sube mucho el precio y pensando de cara al futuro, quizás os pudiera interesar la categoría 7 ya que cada vez tenemos más routers y tarjetas de red que soportan conectividad Multigigabit e incluso 10GBASE-T.

Otra cosa que hay saber antes de empalmar un cable de red, es identificar la categoría a la que pertenece. Normalmente viene serigrafiado en el propio cable y son fáciles de distinguir. Este sería un ejemplo de un cable de red de categoría 5E.

Esto es un factor muy importante, porque al empalmar un cable de red, si uno de ellos es de categoría inferior se puede terminar perdiendo velocidad. Por lo tanto, antes de empezar conviene averiguar la categoría que tienen ambos cables.

¿Merece la pena unir un cable manteniendo los dos conectores RJ45? En el hipotético caso de que necesitáramos un cable de red de 12 metros y tuviésemos un cable de 7 metros y otro de 5 metros podríamos tener la idea de unirlos en un único cable.  A pesar de que algunos usuarios cortan los extremos de los dos cables y los empalman es una práctica que no debemos hacer nunca. La razón por la que no deberemos hacerlo es porque en muchas de las ocasiones no va a funcionar, pero si en algún momento lo hace, tenemos bastantes probabilidades de tener problemas de velocidad, latencia o estabilidad.

En resumen, lo ideal es que un cable de red sea continuo, es decir, que no tenga cortes ni empalmes, ni tampoco nada que pueda interferir desde cada una de las clavijas RJ-45 situadas a cada extremo del cable. Por lo tanto, cualquier corte, empalme o cortocircuito que tenga el cable va dar lugar a grandes pérdidas de la velocidad e incluso también a cortes de conexión.

Otras características importantes, es el tipo de apantallamiento del conector RJ.45, dependiendo de cuál instalemos puede traernos ciertos beneficios, pero en este caso hay algún modelo que puede dar lugar a más fallos. Podemos diferenciar cuatro tipos de conector RJ-45.

Entonces tenemos dos formas de actuar correctas. Una sería optar por comprar uno nuevo del tamaño que necesitemos, o también fabricarlo nosotros mismos en caso de tener las herramientas y el material adecuado. La otra forma para empalmar un cable de red y aprovechar esos que ya tenemos, sin necesidad de hacer empalmes, sería la utilización de adaptadores u otro equipamiento como veremos a continuación.

Actualmente hay varias herramientas y dispositivos que podemos utilizar para «empalmar» un cable de red Ethernet sin perder señal ni rendimiento, debemos recordar que no se recomienda «empalmar» los diferentes hilos dentro de un cable de red, como hemos explicado anteriormente. Si quieres «empalmar» varios segmentos de cables de red Ethernet con su conector RJ-45, lo mejor es que compres los siguientes adaptadores y dispositivos.

La manera más sencilla y eficiente de empalmar un cable de red es utilizando adaptadores hembra-hembra que también puede recibir el nombre de acopladores. Este aparato viene con dos clavijas RJ-45 hembra conectadas entre sí, de tal forma que podemos conectar dos cables de red a cada uno de los extremos. De esta forma, operará como si fuera uno solo. Aquí tenéis un ejemplo de un acoplador:

También hay que señalar que estos adaptadores son totalmente pasivos y no requieren de ninguna alimentación ni tampoco influyen en la conexión. Además hay que señalar que si utilizamos un dispositivo de buena calidad la pérdida será muy pequeña. Además, pueden contar con un  blindaje metálico en el interior que les permite minimizar la interferencia electromagnética y evitar así la pérdida de señal para ofrecer un entorno de red más estable.

Estos acopladores podemos encontrarlos en Amazon desde unos 5 €. No obstante, a veces por la baja diferencia de precio compensa más comprar un kit para tener alguno de reserva de cara al futuro. Un ejemplo de este tipo, de buena calidad y compatible con las categorías 5, 6 y 7 sería este de UGREEN:

Esta es la forma más barata de «empalmar» un cable de red, y la más fácil de realizar. Uno de los aspectos que más nos gustan de este método es que no tiene alimentación adicional como sí ocurre con un switch o un router a modo de «extensor de cable». Otro aspecto muy positivo que debemos valorar es que es realmente barato, y podemos comprar un pack de varios adaptadores por muy poco dinero, además, tendremos velocidad Gigabit Ethernet si utilizamos este tipo de dispositivos, por lo que no perdemos velocidad.

Si necesitas «empalmar» un cable de red, esta es la mejor forma y la más barata, ya que conservarás la velocidad Gigabit con tu cable actual sin ningún problema.

Un acoplador es la forma más rápida y económica de «empalmar» un cable de red sin que tengamos pérdidas, aunque hay que reconocer que hay alternativas mejores que ofrecen más. En el caso de necesitar «unir» dos cables de red, especialmente si estos son bastante largos, la mejor opción es utilizar un equipamiento de red adicional como un Switch.

Este tipo de dispositivos permiten «regenerar» la señal del propio cable, llegando a mucha más distancia sin pérdida de señal. Debemos recordar que en el estándar Ethernet, no se permite tener cables de más de 100 metros de longitud, pero utilizando un switch normal y corriente, podríamos tener dos segmentos de 100 metros sin ningún problema. El inconveniente que tienen es que dependen de la alimentación de corriente, pero hoy en día incorporan funciones de ahorro de energía por lo que no consumen mucho. Este tipo de equipamiento nos ofrece una mayor fiabilidad en la conexión.

Un ejemplo de switch que podríamos utilizar es el D-Link DGS-105 , con él podremos alargar perfectamente dos cables de red y mejorar la conexión. Por supuesto, si necesitas interconectar en la red local diferentes equipos que ya tienen un cable de red, con un switch podrás hacerlo de forma fácil y rápida sin tener que comprar equipamiento adicional.

Este método es muy recomendable para entornos donde queramos alargar hasta los 100 metros la longitud de un determinado cable. Esto es muy importante si estamos en un escenario donde hay largas tiradas de cable, y justo necesitamos más longitud. En lugar de tirar nuevamente el cable con la nueva longitud (y sin pasar nunca d elos 100 metros que dicta el estándar), podemos poner un switch a modo de «regenerador de señal». Tal y como habéis visto, este tipo de dispositivos también son realmente baratos, aunque son claramente más grandes que los adaptadores del principio.

Otro dispositivo que podríamos utilizar para empalmar un cable de red puede ser un router viejo que tengamos guardado en una caja. Uno de los inconvenientes que puede tener es que si es demasiado antiguo, no será Gigabit Ethernet y no podremos sobrepasar velocidades superiores a 100 Mbps. Si este es el caso de tu router, nuestra recomendación es que cojas otro modelo de router que sí sea Gigabit, o que simplemente utilices uno de los dos métodos anteriores que hemos comentado.

Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que ese router viejo, es posible que necesite hacer algunas configuraciones, como, por ejemplo, ponerlo dentro del mismo rango de red actual y asignarle una IP fija local. De lo contrario, podríamos tener problemas de conectividad, sobre todo su el router tiene su propio servidor DHCP activado. Por lo tanto, el switch mencionado anteriormente puede ser una opción más sencilla de implementar ya que no requiere de configuraciones, y lo mismo con el adaptador Ethernet RJ-45 que tampoco necesita ningún tipo de configuración.

La parte positiva de un router viejo que ya no estamos utilizando, es que es totalmente gratis porque ya lo tenemos en nuestro hogar, y podemos darle una segunda vida para alargar un cable de red Ethernet. En este tipo de dispositivos también se regenerará la señal, tal y como ocurre en el switch. Generalmente este tipo de routers también tienen WiFi, si no lo vamos a utilizar es recomendable desactivarlo para ahorrar algo de energía y para no tener interferencias con nuestra red inalámbrica principal de casa, de esta forma, actuará simplemente como un switch de los que os hemos hablado antes.

Si queremos comprobar si un cable puede estar o no dañado, existen unos dispositivos que se pueden utilizar en el momento de un modo muy rápido. Son ideales para profesionales y para un uso particular. Se trata de los analizadores de cables, que son instrumentos multifuncionales que nos ayudan a medir los parámetros de tensión y corriente de un cable. También es posible determinar las conexiones y su funcionalidad.

Esto nos ayudará a identificar el cableado de una forma óptima, o analizar un cable en busca de fallos que este pueda tener tras el crimpado o directamente un cable que compremos prefabricado. El dispositivo cuenta con un transmisor, donde conectaremos uno de los extremos del cable, y un receptor, para el otro extremo. Este enviará una señal a través del cable y nos indicará en la pantalla los problemas que se pueden encontrar.

En el caso de los cables de fibra óptica, el proceso es totalmente diferente, tanto en los materiales como en las herramientas que se utilizan para acabar los cables. Para ello, tenemos dos tipos de empalme.

Se trata de una técnica que no requiere una fusión del cable. En este se realiza una unión de dos extremos los cuales quedan alineados y quedan fijados mediante un empalme de unos 6cm de largo y 1cm de ancho, con dos pequeñas pestañas que hacen que la fibra quede perfectamente unida. Seguido, se da uso de una cubierta la cual deja asegurado el mecanismo. Este también nos permite que los extremos del cable no se queden permanentemente unidos, lo cual hace que se puedan llegar a reproducir.

En todo caso, este tipo de empalme puede tener cierta pérdida, la cual ronda los 0.3dB. Pero todo esto queda compensado por la facilidad de uso y la utilidad que ofrecen, y a mayores, son económicos, por lo cual si alguno se rompe es fácilmente reemplazable, y no tendremos que modificar el cable para poner uno nuevo.

Este mecanismo es más caro que el mecánico, pero tiene una vida más larga. Este realiza una fusión de los extremos del cable, y consigue tan solo una pérdida que ronda los 0.1dB. Pero para este tipo de empalme, es necesario contar con una fusionadora, las cuales tienen un precio bastante elevado, que se encargan de fusionar y soldar el cable entre sí, con calor o mediante un arco eléctrico.

El fusionar realiza dos pasos, primero realiza una alineación de los cables para que la luz no tenga ningún tipo de impedimento, y luego procede con la fundición para soldar los cables. Como hemos dicho, este método es más caro, ya que las herramientas tienen precios más elevados.

En todo caso, a parte de la fusionadora, y para ambos modos es necesario contar con una cortadora de fibra, la cual tiene una cuchilla de precisión, que se encarga de realizar los cortes de la forma más eficiente.

Tal y como habéis visto, disponemos diversas formas de empalmar un cable de red, la más barata y rápida es usar un adaptador RJ-45 hembra-hembra, no necesita ningún tipo de alimentación y podremos unir dos cables de red de forma fácil y rápida. Las otras formas usando un switch o un router viejo tiene sus ventajas, como la regeneración de la señal y que podremos llegar más lejos, sin embargo, necesitan alimentación, y en el caso del router deberemos realizar una configuración específica para que funcione adecuadamente.